Hotel Mora

Nos alojamos en el mes de diciembre mi pareja, mi perro Max y yo. Hotel que si vuelvo a Mora de Rubielos repetire. Para empezar el personal del hotel amabilisimo, Todas las personas de recepcion tanto por la noche como a la mañana atentas, y siempre con una sonrisa en la boca. Nos dieron un detallito para mi perro que no me acuerdo que llevaba el kit, ya que eran varias cosas pero todo un detallazo. La habitacion si bien es cierto como he leido que igual tiene apariencia antigua, tiene una cama muy comoda, unas sabanas buenas y una calefaccion de agradecer en un mes como diciembre. El desayuno para mi fue buenisimo asi que la proxima vez seguro que cenaremos alli tambien.

Mejor de lo esperado . la atención del personal SOBRESALIENTE. La calefacción EXTRAORDINARIA , dormimos encima de las camas solo con el pijama y la fuerza del agua de la ducha FENOMRNAL . La cena de menú en el segundo plato nos incluyeron 5 CHULETAS DE CORDERO . Que el hotel es antiguo SÍ pero la relación calidad / precio ES INSUPERABLE . Volveremos sin duda .

Hotel mediocre, calidad/precio mala, personal apatico, desayuno con mala calidad de producto (los zumos no se podian tomar y los croisants pesimos). Las camas comodas pero con 4 tapas (existen los edredones , estamos en el siglo XX1)

En la parte del personal todo correcto, muy amable, el desayuno también correcto, pero al hotel le hace falta una buena reforma, debe de estar igual que hace 30 años o más. Está a poco más de 5 min del pueblo. Del restaurante no puedo decir nada ya que fuimos a un bar del pueblo

Hotel que no merece ni la categoría de un mal hostal. Viejo,anticuado, con puertas y llaves de la época de los 80. Pésima insonorización. Calefacción central, sin aire acondicionado. Cama incómoda. Sucio, con polvo que se nota que es de tiempo. La tapa del wc con churretes de manchas. El cabezal de la cama todo marcado de huellas de manos. Comida con raciones correctas pero muy insípida. Desayuno pobre y caro. Sólo había un tipo de bollería ( magdalenas de bolsa) y 1 tipo de pan. Reservé porque era lo único que encontré libre. Ahora entiendo el porqué . Lo único positivo es el parking y el balcón de la habitación.

La estancia en este hotel se podría titular como un viaje al pasado, un pasado en el que no nos gustaría estar. Me alojé en este hotel hace unos 20 años en un viaje del instituto y todo sigue igual, el mobiliario, los colchones, pésimo servicio de restauración, parece que el hotel no haya avanzado en el tiempo, encontrándose completamente obsoleto. Empecemos por lo bueno, el precio, tiene un precio muy competitivo, la proximidad a las pistas de Valdelinares a unos 25 minutos, la calefacción del hotel, independientemente de la temperatura exterior se pasa calor , la potencia y temperatura del agua de la bañera,parking gratuito especio y ya, ahora pasemos a lo negativo… Las habitaciones son pequeñas con una tv a la par de la habitación, muy pequeña. La comodidad de las camas es nula, son incómodas y sin exagerar terminas con la espalda contracturada, la limpieza bastante mejorable, detrás de la puerta telaraña presente. El premio del hotel se lo lleva la restauración, creo que nunca jamás hemos comido tan mal en ningún sitio, la comida de mala calidad, cocinada aún peor y de aspecto que ya invita a no comer nada, véase las fotos… Además en los 3 días la variación del menú para cenar fue casi ninguna, patatas fritas y carne o pescado de tercera cocinados sin ningún gusto… Por último el tema de la amabilidad, algo que al hotel le cuesta 0€ y trasmite muchas sensaciones positivas, pues ni eso, la recepcionista de por la tarde no pudo ser más antipática, y el personal del restaurante más de lo mismo… En fin hotel económico para ir a esquiar y ya, no recomiendo bajo ningún concepto la media pensión en el hotel.