Hotel Boutique Edelweiss la Garriga

Restaurante fantástico! Cocina espectacular…calidad precio súper recomendable. La propietaria súper amable, gracias a ella conocimos la historia de la casa pudiendo en su compañía disfrutar de las estancias. Se puede celebrar las navidades y fin de año. La decoración diseño interior modernista auténtico, jardin espectacular. Mil gracias…

Nos hemos sentido muy a gusto en una corta estancia en la habitación Girasol, preciosa. El desayuno y la cena excepcional y el personal muy amable. Como sugerencia para hacer aún mejor la estancia, se echa de menos una cafetera y minibar. También sería estupendo un check-out más tardío, demasiado pronto para nuestro gusto. No obstante ha sido una experiencia para repetir.

Hemos celebrado en este increible lugar el 18 aniversario de nuestra hija y quiero dar las gracias tanto a Gerard como a todo el personal del hotel por haber convertido este día en un recuerdo maravilloso. El lugar de 10, la comida de 10 y su amabilidad de 20. Un 18 aniversario ya no pero seguro que buscaremos cualquier excusa para repetir!!

Tiene mucho encanto este lugar, una casa que fue construida hace más de 100 años, en 1907 para ser exacto, y tras un periodo de decadencia y varios años invadida por "okupas", luego adquirida por los propietarios actuales y reformada hasta el fondo durante 4 años. Hoy es un lugar de verdadero lujo. Auténtico porque combina la belleza de una arquitectura exquisita con una decoración modernista con objetos y muebles fantásticos. ¿O qué tal dos butacas del propio Antonio Gaudí en la entrada? Y por si fuera poco, contamos con la familia propietaria y el resto del personal, siempre amable y servicial, se encargan de cada parte de su pequeño hotel, desde recepción y administración, jardinería, mantenimiento, decoración y mucho más, sin olvidar la restaurante y la cocina de primer nivel que sirve platos de calidad con un delicioso sabor. Hágase un favor y reserve este lugar la próxima vez que esté en el área, y si está buscando una experiencia real, busque las fechas en que el restaurante está abierto. ¡No se va a arrepentir!

Sur la route vers le Sud, nous avons passé une excellente nuit à la Garriga. L’hôtel Edelweiss est une étape pleine de charme, confortable et gourmande, proche des grands axes. Tant les propriétaires que le personnel nous ont réservé un chaleureux accueil. Le petit déjeuner, compris dans le prix de la chambre, avec fruits, mets salés et sucrés, est copieux et délicieux.

Una auténtica maravilla. No eres un huésped, te sientes como un invitado de la familia que lo regenta. Todo son atenciones e interés porque te sientas cómodo y todo esté perfecto. La habitación, no se corresponde a un hotel de 4 estrellas, sino, sin duda, a uno de 5 (he estado en hoteles de 5 estrellas con habitaciones mucho peores). El comedor es acogedor y la mesa está puesta con gusto, a la altura de cualquier restaurante de postín. El desayuno (no es bufet), completo y riquísimo. El edificio (la casa familiar, pues lo es), espectacular, como su mobiliario, cuadros y elementos decorativos. No puedo decir nada malo. Volveré seguro.

Hotel maravilloso en una casa modernista decorada hasta el más mínimo detalle con muebles de época. Cabe destacar toda la decoración y la limpieza del establecimiento pero sobre todo el trato de los propietarios que te explican la historia de la casa. En cuanto a la gastronomía del restaurante, ofrecen un producto de calidad, muy bien cocinado y presentado. Gran variedad en los platos como en la carta de vinos. Las habitaciones están decorados con gran exquisitez y son muy espaciosas y tranquilas. La suite en la que nos alojamos tiene una superficie de unos 60m2. Dispone de un baño con jacuzzi impresionante, además de ducha. Tiene una terracita encantadora, un vestidor y un recibidor espacioso. En el exterior, hay un jardín sumamente cuidado y una terraza donde se puede desayunar o comer. Hemos quedado encantados y consideramos el hotel para futuras comidas o escapadas porque repetiremos sin ninguna duda.

Hotel muy recomendable. Enclavado en una casa de 1907 con muebles modernistas increibles. El restaurante, el trato por parte de los propietarios y empleados fue excelente. El sitio ideal para el relax. Repetiremos sin duda alguna.

Hotel encantador, lleno de preciosos detalles decorativos. Aire modernista. Todo muy tranquilo, con un cuidado jardín. Habitaciones/suits muy espaciosas, con amplio vestidor. Baños con decoración de porcelana china. Y el restaurante tiene un exquisito menú. No puedo olvidar al amable servicio tanto de recepción como de restaurante. Extraordinario. Volveré.,