Danisa B
11 Mart 2024
El hotel tiene una vista inmejorable del lago Nahuel Huapi. Pocos sitios tienen una vista que pueda asemejarse a la de este lugar. La sensación que uno tiene al llegar es inigualable. Te invade un olor a madera, a naturaleza, a relax. El personal del hotel está atento a cada detalle. Atención sumamente personalizada y próxima. Cada invitado se siente parte y como en casa. Los livings, con sus vistas, sillones acogedores, y música suave cuidadosamente seleccionada, invitan a sentarse a compartir y relajarse. Una sala de lectura y música envolvente es un adicional que complementa toda la oferta de este lugar. Enmarcado en un bosque enorme, con variedad de árboles para caminar, desde pinos, alerces, eucaliptos, araucarias hasta incluso secuoyas. La oferta gastronómica diaria invita al deleite. Cada día uno se encuentra anticipando el momento del almuerzo o la cena y preguntándose qué opciones habrá para elegir en el menú de ese día. No hay detalle librado al azar. La belleza natural del lugar te deja sin aliento. Sin dudas, volvería. Ideal para actividades de aventura: kayak, bicicross, trekking, paddling. Ideal para relax: playas, spa, caminatas apacibles por el bosque, sala de lectura y degustación de vinos.
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