Hotel Noga

Primera vez que venimos a Zipolite y nos vamos felices de haber tenido la oportunidad de pasar unos días en el Hotel Noga, las instalaciones sin ser de gran lujo, son demasiado cómodas, su comida es bastante buena, no hay necesidad de salir a buscar otras opciones pero la parte que más nos gusto fue el servicio que tienes desde que llegas a recepción y en su restaurante, George, Anna, Ema y Luca hacen un equipo increíble donde harán que cada día te la pases pensando si vale la pena regresar a tu destino o quedarte para siempre en Zipolite en el hotel Noga.

Es nuestro hotel por excelencia en Zipolite, los cuartos son cómodos y amplios, cuentan con a/c y wifi. El personal es muy amable y los encargados además de muy atentos siempre son un amor, si puedo destacar algo es que la comida es deliciosa, todo lo que hemos probado nos ha dejado encantados y esperamos volver para hospedarnos ahí, sus gatos son bellos también. El acceso a la playa a dos minutos caminando desde la habitación, totalmente recomendado y hacia el centro de Zipolite también es una caminata ligera de unos 10 minutos cuando mucho.

Spanish: Fuimos a Noga a cenar con la intención de celebrar, el lugar se perfilaba como refinado y atento al detalle. Al entrar uno se ve inmerso en una construcción de madera junto a un manglar. Al llegar al restaurante no había mucha gente pero pensamos que era por el reciente paso del huracán, pero no sabíamos lo que nos esperaba en realidad. La relación calidad precio de este lugar está muy alejada de la realidad. Siendo uno de los lugares más caros de Zipolite e incluso más caro que un restaurante prestigioso de la CDMX. Pero todo mal: El personal por más que sea bien intencionado no tiene las competencias ni la formación para poder tomar una orden, recordar quien pidió qué, servir un vino- que además estaba mal conservado y era imposible de beber-avisar cuando cierra la cocina o preparar un sencillo dirty martini. Dentro de la lista de desgracias de nuestra noche paso lo siguiente: empezamos nuestra cena a las 9:30 y nos fuimos 00:35 con hambre y muy decepcionados porque nadie comió al mismo tiempo, olvidaron y casi no sirvieron la comida de una de las personas que venían con nosotros bajo pretexto que el dueño ya quería cerrar y indicó que ya no nos sirvieran nada. Nos cobraron varias cosas de más y tuvimos que corregir la cuenta. Este lugar no está al borde de la catástrofe, es la esencia de la incompetencia y mala gana de los dueños y el personal que trabaja para estas personas abusivas. Si la naturaleza no se encarga de erradicar este lugar los mismos dueños lo lograrán a la larga por su soberbia y mala adulación, porque los comensales y huéspedes se dan cuenta de este tipo de groserías y abusos. Si no quieres tener la sensación de vivir el Ángel Exterminador o amargar tu estancia en Zipolite, evita este lugar A TODA COSTA. English: I’ve never had such a nightmarish experience in my entire life at a restaurant. We were the only table at Noga, and even though we are aware that service at beach places can be slow this was worse than a surrealist horror movie. Everybody ordered at the same time but the 4 women working there prepared the plates one by one, meaning that we did not eat anything at the same time. Being 9 persons, they even forgot an entire order and refused to prepare this person’s food because the lazy owner said he wanted to close and ordered them to stop serving us. In which metaverse can you stop all service to a table that is half way through their meal???-if we can call that a meal. The wine was spoiled and warm, they did not follow the protocol of tasting, they could not serve a dirty martini although it’s a very easy drink to prepare, the portions were small and the prices high for Mexico in general, and service was poor during the whole diner. The “waitress” never remember who ordered what and we practically had to tell her how to do her job, which made the experience very frustrating and exhausting. They added thing we did drink and eat to our bill and had to argue to set it straight. All this was happening

Hotel de plage, sans pretention, propre. Nous n’avons eu pas la plus belle chambre, mais la plus grande. Celles coté jardin sont probablement plus agréables mais l’intimité y est limitée. L’emplacement est top avec un accès direct à la plage, et côté rue, on donne sur les endroits plus branchés de Zipolite. Le jardin est agréable, le bar et le restaurant sympatiques. Le personnel est adorable. Bon rapport qualité-prix.