Hotel Thalasso Cantabrico Las Sirenas

Personal muy amable. limpieza de la habitación. Vistas al mar impresionantes tanto desde la habitación como desde la terraza cafetería. El único pero que le ponga a la habitación con vistas al mar es que tiene 2 sillas pero no tiene mesa. Volveremos,nos ha encantado. Habitación muy amplia.

Muy tranquilo!!

El hotel está a las afueras, pero llegas al centro en 10 minutos andando por el paseo marítimo ya que el hotel tiene acceso. El desayuno abundante y variado y el comedor en la última planta espectacular. El menú del día son 16€. Todo perfecto

La habitatación es bastante amplia y la limpieza correcta. Hacía calor en la habitación porque le daba el sol casi todo el día. El personal muy amable. El spa es pequeño pero suficiente para pasar un buen rato, comida correcta y cafetería con vistas a un precio muy razonable. Volveremos

Encantados con el alojamiento. Habitación amplia y la cama muy cómoda. El Restaurante y cafetería en la azotea tiene unas vistas inmejorables. El servicio y la atención en el hotel muy bien. Repetiremos en verano seguro, además cuenta con un spa propio y otros servicios.

Habitación muy amplia, limpia y silenciosa. Desayuno buffet variado y buena materia prima. Personal atento y agradable. Thalasso recomendable. La situación del hotel es inmejorable, muy cerquita de Viveiro e ideal para visitar y conocer la impresionante Mariña lucense.

Hotel casi nuevo situado en las afueras de Viveiro, cerca de una pequeña playa, y enfrente de otro hotel bastante viejo del mismo nombre. Si te toca habitación con vistas al mar la terraza de la habitación es muy agradable. A nosotros nos tocó con vistas a la carretera, así que hay que tener en cuenta ese detalle a la hora de reservar. La habitaciòn es amplia y la cama estupenda, aunque hay que pedir otra almohada porque son muy bajas. Las tv son muy pequeñas y modelo de hace 10 años. Baño bien y normal en este tipo de hotel. El spa es pequeñito y muy agradable si hay poca gente, pero si meten demasiada no lo disfrutas porque no hay sitio literalmente. Nosotros fuimos con un bono del Black Friday y no nos quejamos porque el precio fue barato, pero sino es un desastre. Había gente indignada. Deberían haber espaciado más los grupos de gente, o tener alguien controlando los horarios para que no se solapasen. El restaurante panorámico de la azotea del hotel es estupendo, gran calidad de producto local y servicio amable, además con buenos precios, y las vistas del a bahía de Viveiro son espectaculares. Muy recomendable comer o cenar allí a la carta. Por último, el desayuno buffet estuvo muy bien, con muchas cosas, panes de todo tipo, bizcochos caseros, zumo natural, tortilla de patata, jamón serrano y quesos autóctonos de calidad, y el personal estaba muy atento para reponer todo. Recomiendo este hotel para, si se puede, pillar un bono descuento, como hicimos nosotros: dos habitaciones para cuatro personas, con spa y desayuno y parking por menos de 200 euros. Además Viveiro es un pueblo muy bonito para ver y pasear en un fin de semana, además de las numerosas playas de la zona.

La habitación muy amplia. Con sofá y televisión. El baño es bastante grande y dispone de secador de pelo, peine y gorro de ducha. La verdad que eche en falta un par de cepillos de dientes. Por otra parte el spa es bastante pequeño, se llena enseguida y no te puedes ni mover. Por otra parte está fuera del hotel, no demasiado lejos pero si eche en falta que estuviera dentro como en otros hoteles balnearios a los que he acudido.

La habitación es espectacular con una salita a parte y una gran terraza. Única pega, el wc. Yo mido 1,63 y los pies ni me llegaban al suelo sino era de puntillas y por otro lado el nórdico, no hay quien duerma con él del calor que da.